Hace dos años decidí a abrir este blog, hacia unos meses acababa de convertirme en bimadre, la vuelta al trabajo no fue como a me hubiera gustado y necesitaba, quien dice un cambio de aires, o algo nuevo.
Dos años después, este blog ha quedado como el rincón donde de vez en cuando me desahogo y poquito mas, soy incapaz de dedicarle mas tiempo, de escribir todo lo que realmente me gustaría, en fin, de sacarle mas juguillo. Pero estos dos años de blog -y algo menos de instagram-, si que me ha permitido saber que es lo que quiero.
En estos dos años, y por ese ansia de querer dejar plasmado la infancia de mis bichillos, me he vuelto una loca de la fotografía. Loca de esa fotografía casera, la que es capaz de capturar la inocencia del niño, su alegría contagiosa, su picardía, su amor incondicional por todo aquel que le mima un mínimo, de esa fotografía que me/les permitirá recordar sus primeros años. Para ello, he estado sacando horas de donde no las hay para hacer algún cursillo que otro (muy recomendables los de las chicas de Hello Creatividad, de Charo Diez y de Rebeca Lopez Noval) al punto, que ahora, ando ahorrando para cambiarme de camera y realmente dar el salto y en algún momento, de aqui a unos meses, decir aquello que detrás de una buena foto, hay un buen ojo, el mío -por ahora, suelo decir que es la cámara que es estupenda, que también ;-P- .
Estos dos años disparando cual loca me han enseñado que si, que yo lo que quiero es disfrutar de ellas, que mi Carrera profesional Me Importa, Si, pero Mas lo hacen Ellas. Y aqui estoy, diciendo desde hace un par de años querer cambiar de trabajo y no hacerlo, mejor dicho, no tener tiempo. Porque el tiempo que me queda libre al final del dia, es para ellas, o bien porque ellas lo piden, o hay dias que soy yo quien las necesita.
Aun asi, este tiempo me esta sirviendo -a parte de para seguir pagando facturas- a decirme que a lo mejor cuando elegí el camino carrera profesional en la industria y no en la investigación/docencia, puede que me equivocara, porque ahora disfruto como una enana enseñando a mis monstruillos y a sus amig@s, que disfruto resolviendo las dudas de mis compañeros de trabajo, y me queman -demasiado- todas las decisiones comerciales/económicas en mi trabajo.
Dos años después, aqui sigo, con el mismo trabajo, pero menos agobiada, tomando distancia de los problemas laborales, viendo crecer a pasos agigantados a mis bichillos favoritos, disfrutando de mis nuevas aficiones y tomándome la vida con mas calma.
Dos años han pasado y visto de fuera nada ha cambiado, pero yo se que si.